viernes, 5 de agosto de 2011

Sean felices


Creo que ayer por la tarde, mientras Fernando Cardenal nos iluminaba a todos con la historia de su vida durante dos horas, todos nos sentimos muy pequeños, como bien dijo Oriol.
Aunque también nos sentimos muy grandes, pero porque él nos lo recordó, que realmente éramos grandes, que teníamos suerte, y que nos movilizáramos, por lo que creíamos, porque podemos.

Si queréis saber más de esta eminencia Google os puede hacer un favor mayor que yo en cuanto a llenaros de conocimiento. Pero como él nos dijo la vida se palpa cuando la ves, la vives. Así que espero que lo que os voy a contar os acerque más a este personaje que tres mil entradas en la web.

El Señor Cardenal nos habló de pobreza, de su idea de miseria, des de que fue consciente de su existencia hasta que la ha ido descubriendo a lo largo de los años. Miseria de aquella que duele al mirarla a la cara y tu instinto te hace apartar la mirada. Pobreza que no conocemos. Pobreza que entendemos, que nos han intentado explicar a través de lecturas, imágenes… Pobreza que hemos procesado. Aquí arriba, en la razón. Pero el Señor Cardenal nos habló de pobreza des de el corazón. La miseria que te llega al alma y cuando se te parte en pedazos al conocerla. Como el dijo, cuando se dio cuenta de la realidad latinoamericana, la realidad de miseria, se le quedó una palabra enganchada, como masticándola como un chicle: “insoportable.”.

Y tiene razón, al menos a nosotros, ayer después de la charla, nos falta con estas prácticas voluntarias el conocer lo insoportable del entorno. Porque, según palabras textuales del hermano de Marta, que vive desde hace 3 años aquí en Nicaragua, para nosotros, si llegamos a quejarnos de duchas, comidas, insectos, etc.. todo ello se acaba en dos meses. Las personas que viven aquí, en condiciones de miseria extrema, es su vida la que viven, para siempre, no despiertan, no tienen expectativas de marchar.

Fernando Cardenal nos habló también de la dignidad. Como conoció una joven en un pueblo perdido de Colombia, pobre a rabiar, que decidió marcharse a la ciudad para ejercer la prostitución. Y como el Señor Cardenal le intentó hablar de su dignidad como persona, como mujer. Esa joven no entendía el concepto de dignidad mientras pudiera sobrevivir. Me dio a pensar que a veces, la definición de dignidad te la da el dinero y el poder, al no tener que rebajarte, que pedir, que robar, que vender tu cuerpo, como puede hacerlo mucha gente de aquí. Para mí, des de ahora, dignidad es esfuerzo, es lucha, es la cabeza alta, es no rechazar el suicidio (muchas personas optan por esta opción; ayer oímos la excusa más cruel, “me cansé de pasar hambre”). Y estoy convencida que Nicaragua está plagado de personas dignas.

Fernando Cardenal nos habló de la dignidad de la juventud y del papel de esta en la revolución. Nos habló de ideales, de libertad, de jóvenes valientes y atrevidos, comprometidos por una causa. De verdad que escrito así parecen simples palabras, pero narrado como se nos narró nos hace dar las gracias por el testimonio de este hombre. Hablando con una voz pero representando a tantas.. De este pasaje me quedo con el poema que nos leyó de un joven guerrillero, que luchó en contra de la dictadura, declarando su amor por su amada a las puertas de su propia muerte.

Finalmente Monica le preguntó que qué no pediría a nosotros, jóvenes, en el mundo en el que nos encontramos.
El Señor Cardenal nos contestó:
“Sean felices y no se vayan de este mundo con las manos vacías”.

Este hombre nos ha inspirado, nos ha hecho abrir los ojos y plantearnos muchas cosas, y a mí personalmente me ha abierto el corazón. Debemos darnos cuenta de la realidad que nos rodea, ir a buscarla, y hacer lo que podamos por mejorarla. Con las oportunidades que tenemos por delante.. justamente a nosotros se nos abre  un mundo de posibilidades que mucha gente ni sabría como soñarlo. Así que aprovechad, sed conscientes y procesad con el corazón.

4 comentarios:

  1. gallina de piel... yo llevo desde ayer dándole vueltas a la cabeza... No preocuparse, tenemos la vida por delante, mucho que aportar y mucho que aprender. :)

    ResponderEliminar
  2. Me alegro muchísimo de que a todos nos llegara con la misma fuerza y pasión el discurso de Fernando Cardenal.

    Os escribo algunas de las frases que iba dejando caer.....las cuales entraban por las orejas, pero te invadian el corazón dejandolo pequeño, pequeño, pequeño.

    - Su lema: Lucha por los pobres y lucha por la justícia.

    - Que nos pide él a nosotros? Sed felices, y ojalá la felicidad la encontreis en el servicio.

    - Haz que tu vida sea algo hermoso

    - La solución ante un país como Nicaragua? 1. Que los jóvenes se comprometan, 2. Que haya un líder con autoridad moral.

    - Que los jóvenes tomen las calles y hagan historia.

    - Qué le ayuda a Fernando a seguir con su filosofía de vida? La história del Pobre y el Samaritano.

    - El corazón no está hecho para el odio, como un reloj no está hecho para clavar un clavo. Si no, se rompe.....el corazón está hecho para amar apasionadamente.

    - A quién quiere Fernando? A los pobres y a Dios.

    - Que un día tus hijos te pregunten: Dónde estabas en enero del 2013? Y tu puedas decir, yo estaba allí, yo puedo explicartelo. Y tu hijo te diga...que orgulloso estoy de tí papá.

    - Acabar tu vida y pensar....soy humano, claro que hay cosas en las que me equivoqué, pero en línias generales, estoy orgulloso de mi trayectoria.

    ResponderEliminar
  3. Molt bon recopiatori!!! :) Ojalá sepamos sacarle el máximo partido a todo lo que contó ayer!!!

    ResponderEliminar
  4. Tendríais que haberlo grabado en vídeo! Pero gracias por compartir la explicación, de todos modos! Es inspiradora...

    ResponderEliminar